Controla las muelas del juicio: de su aparición a la solución definitiva.
Durante los primeros años de vida, los dientes experimentan un crecimiento secuencial: primero los incisivos y primeros molares, seguidos de los premolares y caninos, hasta que en torno a los 12 años erupcionan los segundos molares. Cuando parece que el proceso de crecimiento ha concluido, las muelas del juicio hacen su entrada en la parte posterior de la boca. Si recientemente te han aparecido las muelas del juicio, es posible que te sientas preocupado, pero no te inquietes, estamos aquí para ofrecerte orientación sobre este proceso dental.
Las muelas del juicio: ¿Qué son?
La mayoría de las personas desarrollan cuatro muelas del juicio, emergiendo en ambos lados del maxilar superior e inferior. Según diversos estudios, este fenómeno suele ocurrir entre los 17 y 25 años. Aunque muchas personas temen el crecimiento de las muelas del juicio debido al temor al dolor, cabe destacar que las experiencias pueden variar, ya que algunas personas no experimentan molestias.
Indicadores de la erupción de las muelas del juicio
La detección de nuevos molares en la parte posterior de la boca señala el inicio del crecimiento de las muelas del juicio. Desafortunadamente, varios síntomas comunes de la erupción de las muelas del juicio pueden indicar posibles problemas, entre ellos:
- Sangrado de las encías
- Inflamación de la mandíbula
- Halitosis
- Sensación de sabor desagradable
- Dificultad para abrir la boca (trismo)
- Pericoronaritis
Estos síntomas pueden derivar de una higiene deficiente de las muelas del juicio y podrían ser los primeros indicios de infección debido a la impactación de dichas muelas.
¿Cuál es el impacto de las muelas del juicio?
La impactación de las muelas del juicio ocurre cuando no disponen del espacio suficiente para emerger de manera natural. Este escenario puede dar lugar a diversos problemas, como:
- Daño a los dientes vecinos: Si la muela del juicio ejerce presión sobre el segundo molar, podría causar dolor e incluso provocar una infección.
- Formación de quistes: Dado que las muelas del juicio se desarrollan en un saco dentro de la mandíbula, existe la posibilidad de que se llenen de líquido y generen quistes. Estos quistes orales pueden ocasionar daños en la mandíbula, los dientes y los nervios, llegando incluso a desarrollarse un tumor benigno, lo que requeriría la extracción de tejidos y huesos por parte de un cirujano bucal.
- Caries: Las muelas del juicio son complicadas de limpiar, lo que aumenta el riesgo de que los alimentos y las bacterias queden atrapados entre la encía y un diente parcialmente erupcionado, incrementando así el riesgo de caries.
- Enfermedad de las encías: Las caries pueden desencadenar una afección inflamatoria y dolorosa de las encías conocida como pericoronitis. Sin tratamiento, puede causar sangrado de encías, dolor al masticar e inflamación de la zona.
¿Cómo gestionar el dolor de las muelas del juicio?
La solución más efectiva para las muelas del juicio impactadas es la extracción quirúrgica. Antes del procedimiento, el cirujano oral aplicará un anestésico local para adormecer la zona, eliminando así cualquier preocupación relacionada con el dolor.
Si se planea la extracción de todas las muelas del juicio de una vez, es posible que se opte por una anestesia general o sedación para garantizar un procedimiento sin molestias.