Sedación

La sedación dental es un tratamiento que se ofrece en algunas clínicas dentales para ayudar a los pacientes a sentirse más cómodos y relajados durante los procedimientos dentales. La sedación dental puede ser útil para aquellos que tienen miedo o ansiedad dental, o para aquellos que necesitan someterse a procedimientos dentales extensos o dolorosos.

En una clínica dental, la sedación puede ser administrada por un dentista o un anestesiólogo certificado. Los tipos de sedación dental incluyen:

  1. Sedación oral: El paciente toma una píldora prescrita antes del procedimiento para ayudarlo a relajarse.

  2. Sedación inhalada: El paciente inhala óxido nitroso (gas de la risa) a través de una mascarilla que se coloca sobre la nariz.

  3. Sedación intravenosa: Se administra la sedación a través de una vena en el brazo del paciente, lo que produce un estado de relajación profunda.

Es importante tener en cuenta que la sedación dental no es lo mismo que la anestesia general, ya que el paciente no pierde la conciencia. El paciente sigue siendo capaz de responder a las instrucciones del dentista o anestesiólogo durante el procedimiento dental.

Antes de la sedación, el paciente es evaluado para asegurarse de que es un candidato adecuado para la sedación dental y se le proporcionan instrucciones sobre cómo prepararse para el tratamiento. También se monitoriza constantemente la presión arterial, el ritmo cardíaco y el nivel de oxígeno en la sangre del paciente durante el procedimiento.

Después del procedimiento, el paciente es monitoreado hasta que los efectos de la sedación desaparecen por completo. Es posible que el paciente necesite que alguien lo lleve a casa después del tratamiento si aún siente los efectos de la sedación.